estrategias de enseñanza

Cibercomunidades en la educación

Una Vía para potenciar los Saberes Universitarios en el Contexto Postpandemia

Resumen

En el año 2019, la Organización Mundial de la Salud, declara que el Coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad respiratoria Covid 19, se ha convertido en una pandemia mundial debido al gran número de contagios en diferentes lugares del mundo, por lo que los gobiernos de todos los países decretan una medida masiva de confinamiento, bajo el lema quédate en casa, la cual se mantuvo durante todo el año 2020 y prosigue con cierta flexibilización hasta la fecha actual (marzo del 2021), debido a que las vacunas que se han aprobado hasta la fecha no han podido llegar de forma masiva a toda la población mundial, por lo que frente a este contexto de incertidumbre que se deriva de la pandemia y el proceso de recuperación de sus devastadores y diversos efectos en todas las áreas de la vida (sanitaria, psicológica, social, laboral, económica, política, y por supuesto educativa), se ha denominado la era postpandemia, por lo que específicamente en el ámbito educativo universitario se requiere pensar soluciones regionales y colectivas, para redefinir una nueva ecuación desde la ubicuidad con modelos más equitativos, que favorezcan el incremento en la autonomía de los estudiantes y docentes conscientes de sus necesidades de capacitación, mediante la potenciación de la triada software (programas y aplicaciones), hardware (equipos electrónicos), pero sobre todo mindware (habilidades mentales). De allí que el artículo versa sobre las cibercomunidades como una vía para potenciar los saberes académicos, asumidas como un social networking que posibilita actividades grupales entre pares académicos, a gran escala, colaborativas, cooperativas y autogestionados, sin las estructuras, jerarquías y costos que esto suponía antes, en el que la comunicación mediante la conversación es la clave, abriendo un abanico de posibilidades por su ubicuidad, y ductilidad proporcionadas por las herramientas tecnológicas síncronas y asíncronas, que favorecen la interacción y participación activa de sus ciberintegrantes.

Descriptores: Cibercomunidades, Saberes, Postpandemia, Universidad 

Introducción

En el ciberespacio las interacciones de comunicación ocurren mediante la escritura, algunas veces en forma de códigos y con frecuencia en diálogos escritos o prosa extensa. El ciberespacio, llamado algunas veces realidad virtual se refiere también a la capacidad de almacenamiento, a la provisión de grandes bases de datos (bibliotecas) de información que pueden accederse vía Internet. Los usuarios del computador se pueden comunicar por escrito con personas ubicadas en la habitación contigua o en lugares distantes, además de conectarse a bases de datos almacenadas en diferentes nodos de la Red, de allí que el ciberespacio es un contexto óptimo para el desarrollo de capacidades de escritura y actividades investigativas.

Las personas que se encuentran en el ciberespacio pueden crear identidades mediante la escritura, ya que las salas virtuales de conversación  denominadas chats room, al igual los correos electrónicos, y las mensajerías síncronas como whatsapp y telegram implican escribir e investigar, permitiendo comunicarse con audiencias desconocidas y distantes. 

De manera que el ciber espacio constituye un espacio colaborativo y de conversación, elementos que estimulan el desarrollo de la escritura y de la lectura convirtiéndose en un portal para la generación y gestión del aprendizaje e intercambio de saberes, tomando especial relevancia las cibercomunidades, en el contexto de la pandemia global, debido a las medidas de bio-seguridad tomadas por los gobiernos que obligan al distanciamiento social bajo el lema quédate en casa, lo que trae como consecuencia una potenciación y maximización del empleo de las tecnologías de información y comunicación (TICS) en donde las aplicaciones telefónicas (App) y las redes sociales son las de más frecuente empleo (RRSS). El artículo es producto de una revisión documental, el cual quedó estructurado de la siguiente manera: introducción, los saberes universitarios en el contexto de la educación 3.0, las cibercomunidades. Una vía para potenciar los saberes universitarios, conclusiones, referencias.

Los Saberes Universitarios en el contexto de la Educación 3.0 

La denominada educación 3.0 consiste en aplicar todas las ventajas y recursos de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la educación para fomentar un nuevo modelo de aprendizaje más interactivo, participativo, creativo e innovador con el que pueden beneficiarse tanto estudiantes como docentes, lo cual implica un nuevo modelo disruptivo de aprendizaje digital,  un cambio de mentalidad de los actores sociales educativos, mediante entornos personales de aprendizaje virtuales abiertos (EPAVA), como las redes sociales (RRSS) con fines académicos e investigativos, permitiendo compartir y recomendar información relevante, aprendiendo y aplicando el comportamiento social.

Shirky (2020) señala que en el ámbito educativo, se debe considerar que las redes sociales más efectivas, son aquellas formadas de pequeños clusters íntimos, en los cuales se produce la conversación de las minorías / nichos especializados, enlazados por conectores en redes más grandes, con muchos miembros dónde se realiza difusión (broadcasting), teniendo en cuenta para ello, que en todos los proyectos colaborativos existen un grupo pequeño que contribuye mucho, y un grupo grande que contribuye poco, pero que ambos tienen importancia, ya que cumplen distintas funciones.

Al respecto, Redem (2017), afirma que las RRSS se caracterizan por: (a) ser herramientas interactivas, (b) favorecer el desarrollo de competencias tecnológicas; (c) fomentar la búsqueda de información; (d) permitir el trabajo en equipo; (e) generar una identidad digital; (f) favorecer el desarrollo de los procesos cognitivos de alto nivel; (g) permitir realizar una clase invertida (flipped classroom); (h) impulsan la creatividad e innovación digital. Añade, Finn y Zimmer, (2012) que (i) refuerzan el nivel de compromiso (engagement) desde un punto de vista académico, social, cognitivo y afectivo, con respecto a la institución y comunidad educativa, que repercute en la mejora del aprendizaje. A continuación se presentan los principales usos educativos de las RRSS de empleo más frecuente.

Cuadro 1

Usos Educativos de las RRSS

FacebookCreación de páginas para grupos privados de clase, administrados y moderados por el docente que, a través de esta red social, puede compartir contenido con sus estudiantes, plantear actividades y generar debates, así como fomentar la relación y el buen uso de esta red social con actividades relacionadas con el etiquetado de perfiles, límites de la privacidad. Permite establecer una comunicación personal los estudiantes, crear unidades contenidos y publicaciones, grabar videos en vivo (live) en directo (streaming)
TwitterBúsqueda y selección de información, incentiva la creatividad y capacidad de síntesis en la escritura (texting) gracias a su limitación a 140 caracteres.
InstagramCreación de álbumes para resumir una actividad, emisión de vídeos en directo que fomenten la participación y la creatividad de los estudiantes, subidas de imágenes, a través de sus teléfonos inteligentes (smartphones) con lo que, además, se incentiva el uso educativo de sus dispositivos móviles
Whatsapp Posee un conjunto de herramientas que pueden promover un sin fin de utilidades en el área pedagógica. Los profesores pueden lograr una comunicación más rápida y fluida con sus estudiantes. También puede aumentar el nivel de interacción entre estudiantes y crear de este modo esferas de construcción de conocimiento. Use la función de Grupos para crear grupos de aprendizaje y estudio. Crear lecciones de audio que se pueden enviar directamente a los estudiantes. Permite enviar audios, imágenes, videos, archivos (Word, Excel, pdf). Permite realizar diagnósticos, favorece el pensamiento crítico, permite aclarar dudas, intercambiar saberes, mentoring
TelegramPermite envío bidireccional de mensajes, llamadas y mensajes por voz (notas de voz y videos), confirmación de envío y lectura, posibilidad de compartir archivos, creación de grupos de usuarios Dos de sus características más novedosas y diferenciadoras son: canales y bots, se trata de robots con apariencia de usuarios reales que devuelven información personalizada en función de las demandas solicitadas a través de mensajes pueden enriquecer la experiencia educativa ya que permite realizar: (a) tests de preguntas, a modo de trivia para fijar conocimientos, mezclando el aprendizaje móvil (m-learning)  con cierta gamificación (ludismo educativo) de la experiencia docente; (b) encuestas para evaluar la actividad docente (c) dar respuesta a preguntas recurrentes, a modo de preguntas frecuentes (faq) personalizado y automatizado; una herramienta que ayudará a reducir el tiempo empleado en responder a preguntas básicas, normalmente relacionado con la planificación de la asignatura
YoutubeEs un sitio ampliamente utilizado por docentes y estudiantes para subir contenido educativo como videos, presentaciones, y compartirlos con la comunidad académica y público en general, 
C:\Users\PERSONAL\Documents\PONENCIA PARA RAQUEL\I JORNADA DE SABERES UNERGISTAS\descarga.jpgPinterest Permite crear un tablero de clase donde puede fijar pines relevantes relacionados con la asignatura, como el trabajo de los estudiantes. Seguir otros tableros que tengas como docente, contienen consejos y trucos para el aula. La función de búsqueda de Pinterest lo llevará a encontrar las ideas que necesite. Contiene planes de lecciones. Crear paneles de investigación donde puede incluir vídeos, imágenes y artículos relevantes. Proyectos grupales. Curar Infografías. Diario visual. Gestión del aula. Buscar libros. Planificación universitaria
http://eduteka.icesi.edu.co/thumb/m894.gifBlogEs un sitio web que facilita la publicación instantánea de entradas (posts) y permite a sus lectores dar retroalimentación al autor en forma de comentarios. Ofrecen muchas posibilidades de uso en procesos educativos. Sirve para estimular a los estudiantes a escribir, intercambiar  ideas, trabajar en equipo, diseñar, visualizar de manera instantánea de lo que producen, mejora la capacidad de síntesis, mejorar los contenidos académicos, enriqueciéndolos con elementos multimedia como: videos, sonidos, imágenes, animaciones, ofrecen al docente facilidades para crear, visualizar, actualizar y compartir con otros colegas su propio banco de proyectos de clase y de actividades.

Fuente: Elaboración Propia con bases a varios autores

Partiendo de que los saberes, son una construcción social-histórica-cultural, sus aportes cobran significado y sentido en los contextos donde se generan, en este orden de ideas, es importante rescatar que la educación 3.0 favorece la apropiación social del conocimiento con sentido emancipador. 

Por lo que en un contexto de incertidumbre /postpandemia, resulta imperiosa la participación activa concurrente de los diversos actores educativos en la concurrencia y construcción de saberes, mediante la maximización del uso y aprovechamiento de las potencialidades y capacidades para el diálogo e intercambio que ofrecen las RRSS en el ámbito de las TIC, mediante el empleo de estrategias de distintos alcances desde miradas disciplinarias, multidisciplinarias, interdisciplinarias, transdisciplinarias, para satisfacer las necesidades educativas en el marco de la nueva normalidad, garantizando la equidad e inclusión mediante prácticas democráticas que permitan mayor participación y protagonismo, empoderando al estudiante y al docente mediante una renovada y fortalecida autonomía, el ejercicio de nuevos roles como gestor de contenido (content curator) y gestor de la cibercomunidad (community manager), identificando los intereses personales y colectivos sobre los temas que se desean investigar y conocer, para la reconfiguración de una educación 3.0 que privilegie el aprendizaje continuo de habilidades y actitudes para la vida y la convivencia social, y responda a las exigencias de la vida cotidiana, con sólidas bases humanistas, éticas y espirituales. 

Las Cibercomunidades. Una vía para potenciar los Saberes Universitarios

Las cibercomunidades son definidas por Villegas y Alfonzo (2020:63) como “grupo de personas que se relacionan de modos nuevos, por la fuerza de la virtualidad, con el propósito de desarrollar procesos de aprendizaje. Al respecto, Anzola y col (2014) citado por las mencionadas autoras, enfatizan la idea de aprendizaje de y con mediante las TIC, así como el establecimiento de redes de personas y organizaciones que estudian, crea y comparten conocimientos de un dominio específico.

Por su parte, García (2006:5) las define como “grupos humanos que habitan en el ciberespacio utilizando una infraestructura telemática como soporte básico,…los cuales poseen intereses comunes, interacciones y actividades compartidas, apoyo entre los miembros, protocolos sociales y recursos compartidos”. Por su parte, Rheingold (1993) citado por García (2006:3) afirma que se trata de “agregados sociales que emergen de la red cuando suficientes personas llevan a cabo intercambios en línea por suficiente tiempo y con suficiente sentimiento humano para formar nexos de relaciones sociales en el ciberespacio”. 

Su óptimo funcionamiento, de acuerdo al autor supra mencionado implica la delimitación clara de los fines y objetivos de la cibercomunidad, requisitos o condiciones para el ingreso y permanencia dentro de la misma, regulación del uso de las herramientas tecnológicas, respeto a la libertad de expresión de sus miembros. Las cibercomunidades no son solo personas reunidas en torno a un centro de interés afín, sino que estos grupos se caracterizan, según Wenger (2004), por lo siguiente:

-Tienen un interés u objetivo común de mejora, definido y compartido por todos, lo que constituye el eje vertebrador.

-Este interés u objetivo fomenta la participación activa de todos y contribuye simultáneamente a la mejora de las relaciones interpersonales.

-Avanzan, de manera conjunta, en la construcción de saberes a partir de las aportaciones y experiencias de todos y esto conduce a una mejora de la propia actividad de aprendizaje.

Al respecto, Wenger y Lave (2015), aseveran que las cibercomunidades crean un nuevo conocimiento, que se construye ad hoc, desde su práctica y su experiencia, el cual es significativo para el grupo, y se elabora mediante interacción con los otros miembros de la comunidad en una relación de igualdad. Por su parte, Gairín (2006) citado por Villegas y Alfonzo (2017:130) propugna que la participación sea abierta, que funcione mediante estructuras horizontales, que avance en las innovaciones tecnológicas, que favorezcan aprendizajes flexibles y cambios institucionales. 

Destaca, Sanz (2010), que se trata de una actividad en la que los propios miembros deciden cómo y cuándo participar o dejar de hacerlo, por cuanto se reconocen como miembros de la comunidad, en la que todos se sienten representados y esto fomenta la identidad corporativa, favoreciendo el trabajo colaborativo y cooperativo, la cual puede manifestarse en diferentes grados de implicación. En este orden de ideas, Wenger (2004) menciona 3 elementos esenciales: (a) empresa conjunta, referida a la negociación de significados que lleva a cabo la comunidad sobre los aspectos que contribuyen a mejorar su praxis, (b) repertorio compartido, referido a los recursos, materiales, lenguaje y discurso que comparte y (c) compromiso mutuo, referido a la participación, implicación y compromiso de sus miembros. 

En este sentido, quien escribe destaca la ductilidad de las cibercomunidades permitiendo conformarlas a nivel local, regional, nacional e internacional, de carácter multidisciplinario o entre un solo gremio, igual pueden agruparse estudiantes y docentes, o únicamente estudiantes de una misma carrera de diferentes universidades, ofreciendo una mejor perspectiva de la misma carrera de estudio y por ende valiosos hallazgos. 

Por su parte, QuestionPro (2020) señala que existen tres etapas para la conformación de una cibercomunidad: (a) la afiliación, la cual se lleva a cabo al inicio del proyecto de investigación, mediante la captación e inscripción  de miembros, que puede tener carácter voluntario sin características específicas o que requieran el cumplimiento de algún requisito. (b) la gestación, conducir a la participación a través de notificaciones móviles: mediante whatsapp, mensajes de texto, llamadas telefónicas, correos electrónicos y la integración a redes sociales; (c) la moderación, inicia por dar a conocer a los miembros de la cibercomunidad las normas y roles de usuario, impulsando el respeto hacia los otros miembros así como a sus opiniones, favoreciendo la participación activa de los miembros. Por su parte, Caceda (2020) añade las siguientes: (d) protocolo común, todos los miembros se comunican de forma homogénea para poder entenderse y evitar divisiones; (e) interacción, es indispensable para la sobrevivencia de la cibercomunidad, puede ser libre, con o sin moderación. Este autor caracteriza las cibercomunidades señalando que solo son factibles en el ciberespacio, que su modelo de organización es típicamente horizontal y que se constituyen en tanto es un espacio a construir.

En síntesis, las cibercomunidades promueven el respeto a la libertad de pensamiento, la participación y la expresión de todas las personas, en un contexto de enseñanza y de aprendizaje horizontal, en la que se privilegia el análisis, el debate y la crítica a la vida cotidiana para llevarla a la reflexión teórico-práctica; que además permite instrumentar de manera efectiva, eficiente y eficaz los estudios interdisciplinarios y transdisciplinario, poniendo fin a la partición de los fenómenos y el conocimiento; fomentando la autonomía del ser mediante el hacer, imaginar, crear, con y entre las otras personas.

Conclusiones

La era postpandemia representa un periodo indefinido, mezcla de caos y orden, en el que la incertidumbre se ubica como ambiente natural, del cual no escapa la educación universitaria, de allí que resulta imperioso para los actores educativos empoderarse de las TIC, para la emergencia de una educación universitaria 3.0 resilente y adaptada a las circunstancias, exigencias y, necesidades de los actores / sujetos, teniendo como características esenciales la ubicuidad, la flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de transformarse y de transformar. 

En este orden de ideas, las cibercomunidades representan una alternativa muy provechosa en el contexto de un mundo globalizado y pandemizado, constituyendo una vía idónea para intercambiar y producir saberes universitarios, ya que permite el aprendizaje social, a través de la participación activa en el desarrollo de actividades con sus pares, mediante la comunicación, interacción e intercambio de reflexiones, ideas, saberes, contenidos (documentos, audios, videos, imágenes) entre sus miembros generando nuevo conocimiento, desde la comodidad de su hogar debido a la medida sanitaria mundial de quédate en tu casa, gracias a que el ciberespacio favorece la deslocalización y ubicuidad,  eliminando las limitaciones geográficas y de tiempo, permitiendo el trabajo conjunto y la construcción de nuevas conexiones con otros pares de diferentes instituciones, disciplinas y latitudes, permitiendo la reflexividad y recursividad mediado por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) las cuales son versátiles.

Es innegable, que las medidas de distanciamiento social para contrarrestar la pandemia, también han traído como consecuencia una saturación de la red, problemas de señal y conectividad, por lo que se hace necesario alternar las vías on line y off line. 

El desafío para la comunidad universitaria local, regional, nacional e internacional estriba en aprovechar la coyuntura postpandemia y las herramientas tecnológicas para abrir el diálogo y recuperar las voces y aportaciones de todos los docentes y estudiantes, para la transformación de la educación como proyecto disruptivo, incluyente, intercultural, equitativo, sostenible y vinculado a la realidad social en constante cambio.

Referencias

Arribas, B. y Conchi, R. (2017). La comunidad de práctica TutorIC: una propuesta de desarrollo profesional para los tutores de prácticas. Documento en línea. Disponible en http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/sicele/

Caceda, M. (2020). Comunidades Virtuales. Documento en línea. Disponible en: https://monicacacedaquispe.atavist.com/

Daiute, C. (2003). El Ciberespacio: un nuevo ambiente para aprender a escribir. Documento en línea. Disponible en: http://eduteka.icesi.edu.co/

García, L. (2006). Cibercomunidades. Documento en línea. Disponible en: http://e-spacio.uned.es/

Finn, J. y Zimmer, K. (2012). Compromiso estudiantil. Handbook of Research on Student Engagement (pp. 97-131). Alemania: Springer

López, J. (2008). Uso Educativo de los Blogs. Documento en línea. Disponible en: http://eduteka.icesi.edu.co/

Monterrosa, I. (2018). Herramientas Web 2.0 y 3.0 en la educación superior. Documento en línea. Disponible en: https://www.researchgate.net/

QuestionPro (2020). Comunidad de investigación online. Documento en línea. Disponible en: https://www.questionpro.com/

O’Neill, M. (2020). Las universidades se preparan para un mundo pospandémico. Documento en línea. Disponible en: https://apolitical.co/

Redem (2017). Educación 3.0: Usos de las redes sociales en el aula. Ventajas y desventajas. Documento en línea. Disponible en: https://www.redem.org/

Redem (2018). ¿Qué es Pinterest? Guía rápida de usos educativos. Documento en línea. Disponible en: https://www.redem.org/

Sanz, S. (2010). Comunidades de Práctica. Documento en línea. Disponible en: https://www.tdx.cat/bitstream

Shirky, C. (2020). Aquí importamos todos. Documento en línea. Disponible en: https://www.dreig.eu/

Villegas, C. y Alfonzo, N. (2017). Las Cibercomunidades de Aprendizaje. Una Alternativa en el Desarrollo de la Transcomplejidad. Caso Redit. Educ@ción en Contexto, Vol. III, N° 6, Julio-Diciembre. Maracay: UNA

Villegas, C. y Alfonzo, N. (2017). Transpedagogía y Las Cibercomunidades de Aprendizaje como Alternativa Práctica

Wenger, E. (2004). Comunidades de Practica: Aprendizaje, Significado e Identidad. España: Paidos

Wenger, E. y Lave, J. (2015). Las Comunidades de Práctica. Documento en línea. Disponible en: http://www.pent.org.ar/

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Nohelia Yaneth Alfonzo Villegas

Postdoctora en Investigación, Investigación Transcompleja y en Estudios de Paz y Cooperación, Doctora en Ciencias de la Educación, Magister en Investigación Educativa, Magister en Derecho Laboral, Abogada, Docente Universitaria del Doctorado en las modalidades Presencial y On Line de la UBA, IAESEN, UNES y UC (Seminarios de Investigación y Epistemología de las Ciencias). Tutora y Jurado de Trabajos de Grado de Pre y Postgrado. Investigadora PEII “B”. Diplomado Formación Pedagógica para No Docentes. Diplomado de Formación Docente en Educación a Distancia de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Año 2013; Curso Avanzado de Formación Docente mediado por las Tecnologías de Información y Comunicación Libres –Componente Básico del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria-OPSU. Año 2013. Diplomado Formación en Entornos Virtuales de Aprendizajes (FEVA) de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Año 2017. Conferencista de Alto Impacto. Autora de varios LIBROS en el área laboral. Miembro y Docente de Escriba. Escuela de Escritores, de la Red de Investigadores para la Transcomplejidad (REDIT), del Nodo Investigación, Transcomplejidad y Ciencia (ITC) y Secretaria de CESPE para Venezuela.

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