Educación

Biopolítica: Amenazas y cambios en la formación del sujeto moderno en el ámbito educativo

Breves aportes al campo de lo educativo. El Biopoder.

“Donde hay poder, hay resistencia”

Michel Foucault

Introducción

Este trabajo final intenta dar cuenta de algunas de las amenazas y cambios en la formación del sujeto moderno dentro del ámbito educativo bajo el supuesto régimen de la biopolítica como forma de gobierno de la vida de los sujetos (espacio que contribuye a la formación integral de los sujetos a lo largo de sus vidas), y en este sentido quiero explicar que cuando me refiero a su formación, estoy hablando en un sentido holístico, es decir, del todo o que considera algo como un todo, estamos hablando de un individuo construido socialmente, impregnado de imaginarios culturales y constituido bajo un contexto especifico cargado de signo y símbolos que lo van cimentando como tal. Por otro lado, cuando hablo de amenazas y cambios, estoy refiriéndome a riesgos y tensiones que se generan a partir de esa construcción en proceso como tal, un individuo que nace en una época determinada por un tiempo y fenómenos históricos que lo van moldeando por otros individuos tales como él (individuo). Y recalco -en la elección del título de este trabajo- el ámbito educativo como lugar para el desarrollo de su formación porque allí es donde se construye la mayor parte del tiempo, es decir, después de su primer grupo primario: la familia; la escuela es su segundo grupo más cercano, allí aprende diferentes códigos, normas y percibe diversas imágenes de su realidad de acuerdo a las herramientas que va incorporando desde la escuela y desde la misma sociedad que colabora en ello, desde lo socialmente aceptado y desde los imaginarios socioculturales que va aprendiendo en el “afuera[1]”. Cuando hablamos del afuera, quiero expresar el extrañamiento de lo desconocido de la imagen de la realidad de ese individuo que capta como algo nuevo, ya sea las miradas sociales, los códigos, símbolos y significados culturales, entre otros aspectos relevantes que percibe ese individuo desde el “afuera”.

El individuo cuando nace, es criado por su familia, que lo educa con ciertos y determinados valores y prácticas de comportamiento, luego, es llevado (generalmente) a guarderías donde inicia sus primeros contactos con otros individuos como él, finalizada esta etapa pasa a Jardín de Infantes donde empieza a identificar símbolos y signos con sus significados y sentidos, arquitectura escolar, rituales y tradiciones, lo mismo ocurre en su traspaso en la Escuela Primaria, una vez finalizado este nivel, su siguiente paso es la escuela secundaria (donde no todos se gradúan) y del cual no todos deciden continuar formándose académicamente en universidades o institutos de nivel superior. Con esto, quiero que comprendamos la importancia de la formación del sujeto moderno en el ámbito educativo, específicamente cuando transita la mayor parte de su vida dentro de una escuela. Desde los 3 años hasta los 14-15 años convive con otros individuos que se forman académicamente igual que él (bajo las mismas normas, reglas, códigos, signos y símbolos culturales y sociales). Esta formación tiene mucha incidencia cuando es atravesada por procesos de transformación transgeneracional que arrastra costumbres, ritos, tradiciones, pensamientos colectivos y prácticas que se reproducen en el transcurso del tiempo. Este proceso que atraviesa el sujeto (en cada etapa y momento de su vida), viene condicionado a causa de múltiples intencionalidades de obtener el poder sobre las personas por parte del Estado, en las sociedades disciplinarias (concepto extraído de Foucault) a las que se caracterizan porque el régimen de producción de verdad se constituye a través de una red de dispositivos y aparatos que producen y regulan costumbres, creencias, hábitos y practicas sociales, tienen el carácter de desarrollar reglas, procedimientos y mecanismos de inclusión y exclusión asegurando estructurar el orden social, utilizando espacios de disciplinamiento como lo son las escuelas, y que actualmente continúan siendo un dispositivo para el control de la sociedad. Es por ello, que quiero poner en evidencia algunas de las amenazas y cambios en la formación del sujeto moderno en el ámbito educativo. Habiendo aclarado esta primera presentación, me planteo ¿cuáles son esas amenazas y cambios que atraviesan a los individuos (ya sujetos) en su formación holística dentro del ámbito educativo? ¿cómo, a su vez, el ámbito educativo, construye y constituye esa formación para el sujeto moderno en crisis bajo el régimen de la biopolítica?

Desarrollo

Para responder estos interrogantes sobre las cuestiones amenazantes y cambiantes que atraviesan a la formación de los sujetos modernos, debemos, primeramente, considerar los aportes de los autores Heidegger y Althusser. Ambos autores intentan definir un concepto sobre “sujeto” moderno, ambos desde diferentes perspectivas. Heidegger, caracteriza la modernidad como la época de la imagen del mundo, es decir, este autor considera que la modernidad no consiste en tener una imagen del mundo, sino en que el mundo mismo ha devenido imagen. Esto es, que el hombre desde el momento en que sitúa en la imagen del mundo, se pone así mismo en escena, y en este caso lo “ente” (lo que es), tiene que re-presentarse así mismo, esto es, ser imagen. Este autor, expresa lo referido a mundo no como ente sino como un acontecer histórico que va dando forma a la interpretación de la existencia de “mundos” que otorgan significados de acuerdo a los procesos históricos que se van dando a través de un proceso llamado objetivación, que deviene de objeto. Objetivación, refiere y (según interpreto a este autor), significa – en relación con el ente- en que el ente en cuanto representado es puesto como tal, es decir, como lo que es, en la medida que el hombre sujeto argumenta todo el procedimiento. En este sentido, la modernidad entendida como objetivación puede ser una forma de explicar el proceso de racionalización capitalista del mundo de acuerdo a la posibilidad que trajo aparejada la ciencia (la claridad racional que nos proporciona) y la técnica (es decir, cómo gestiono el lado racional de las cosas). En este sentido, el mundo moderno es el resultado de esta doble posibilidad: racional y racionalizador. Sin embargo, para poder llegar a este punto es necesario encontrar un fundamento: el sujeto (subjectum). Este autor, nos expresa la posibilidad de re- presentatividad que el sujeto va a encontrar para liberarse así mismo, pero entonces, para que esto ocurra no debe haber limitaciones del sujeto en su fundamento. Aquí encontramos la primera amenaza y cambio/tensión que encontrará el sujeto y que consistiría en la superación de la subjetividad cerrada de las cosas.

Por otro lado, Althusser, propone pensar y analizar a las escuelas en sus planteos ideológicos del Estado. Propone analizar a un sujeto que vive tanto la idea de libertad plena y consciente como la idea de sometimiento ante él. Este autor, resuelve esta tergiversación definiendo “…el individuo es interpelado en tanto que sujeto (libre) para que se someta libremente a las órdenes del Sujeto, para que acepte (libremente) por tanto, su sujeción (…)” (p.138 de la edición de Pasado y Presente). Aquí nos detenemos a subrayar otra amenaza y cambio/tensión que el sujeto experimenta dentro del ámbito educativo, es decir, Althusser expresa “(…) el sujeto actúa en tanto que es actuado por (…) la ideología que existe en un aparato ideológico material, que prescribe prácticas que existen en los actos materiales de un sujeto que actúa con toda consciencia según su creencia” (p. 129). Es decir, en ejemplos más concretos, la escuela se comporta como aparato ideológico que forma a sujetos según intencionalidades políticas que forman “entre líneas” a sujetos con un fin determinado, regido por normas y reglas que construyen a un sujeto que cree que eso es lo que debe ser y hacer. Podemos verlo, cuando realizamos los actos escolares, la rutina de formación a la bandera, los diseños curriculares, los NAP, las calificaciones, las políticas educativas que definen la calidad de la enseñanza de las escuelas, la Ley de Educación Nacional que prescribe qué, como, quiénes pueden aprender a ser, le enseña al sujeto a cómo construirse como sujeto según estas ideologías dominantes. En otras palabras, la formación entra en crisis, cuando es amenazada por las ideologías del Estado como aparato que regula la construcción de un tipo de sujeto moderno que le hace creer que debe construirse a partir de lo que enseñan otros sujetos a ser. Por otro lado, también, es interesante poder plantear qué tipo de sujeto conviene construir y constituir, la escuela tiene el “poder” de hacerlo a las nuevas generaciones que van adentrándose al mundo moderno; la escuela debiera tener en cuenta estas dos posiciones, debiera replantearse el concepto de sujeto que está y quiere continuar formando, ya que son los mismos sujetos que se encuentran permanentemente en esta tensión de formarse bajo pautas de la era de la modernidad y al mismo tiempo cuestionarlas por los cambios que la misma sociedad les exige en su transformación como tales sujetos. La era de la revolución tecnológica y de las comunicaciones ha empezado a cuestionar a estos mismos sujetos a transformar rápidamente sus prácticas y valores formados en escuelas arraigadas a ideologías de aparatos de Estados que no están consecuentemente actualizados a estas nuevas competencias digitales y que demandan a las nuevas generaciones formarse para adaptarse a la imagen de lo que es percibido como real.

Biopolítica

Por otro lado, el sujeto moderno no solo tuvo que disciplinar su cuerpo para otorgar poder dentro de los espacios de encierro como lo son las instituciones educativas, sino que la forma en que continuaban siendo controlados cambio en cuanto a sus mecanismos por medio de dispositivos más democráticos, es decir, no sólo a través del cuerpo sino a través de las mentes. En las sociedades de control, el poder se ejerce por medio de maquinas que organizaban las mentes como, por ejemplo, las tecnologías de la comunicación y la información; y en los cuerpos, a través de sistemas de bienestar y actividades controladas y reguladas. Lo que al autor Foucault le interesaba sobre los dispositivos de poder (y a mí también en este trabajo), es la “fabricación de los sujetos” y más específicamente cómo esto amenaza la formación de las personas en el ámbito educativo.

Según Foucault, desde el S.XVII, el poder ya no se manifestaba sino como poder de disciplinar. Este poder disciplinador, es un poder de vida cuya función es la imposición absoluta de la vida. Las disciplinas son métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo y que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas e impone una relación de docilidad-utilidad. El poder disciplinario es un poder normativo, como en la escuela, donde someten al sujeto a un código de normas, procedimientos y prohibiciones, creando al sujeto obediente.

El poder disciplinario descubre a la población como una masa de producción y reproducción que debe administrar muy cuidadosamente, y de ella se encargara la <biopolítica>. La biopolítica es la forma de gobierno de la sociedad disciplinaria. Sin embargo, Foucault, expresa que este concepto no es aplicable al régimen neoliberal que explota (como bien expresé un poco mas arriba) las mentes de las personas, es decir, la psique. Para este autor, la biopolítica se asocia con lo corporal, al disciplinamiento del cuerpo, es decir, a una política corporal. Por el contrario, el neoliberalismo descubre una especie de mutación del capitalismo y encuentra a la psique como nueva fuerza productiva. El cuerpo como fuerza productiva ya no es tan central como en la sociedad disciplinaria biopolítica. Comienzan a optimizarse los procesos psíquicos y mentales como nueva forma de control. Lo que surge de todo esto, en la óptica de la biopolítica, es un sujeto que se siente libre, aunque no lo sea. De hecho, el poder mismo crea mecanismos para gestionar la rebeldía. Ahí están los campeonatos de fútbol, o los videojuegos, o las actividades de alto riesgo para darte un margen de transgresión. Para Foucault, el pensamiento crítico encarna la única forma de resistencia a ese poder abrumador. La pregunta de por qué y la concepción de nuevas formas de hacer, sentir, pensar, etc., son maneras de limitar o reducir la acción de la biopolítica.

El sujeto moderno, actualmente, se encuentra en una tensión un tanto confusa, por un lado, la escuela como institución aún cargada de normas, procedimientos y adoctrinamientos de los cuerpos; y, por otro lado, la transformación de la sociedad a través de la revolución de las tecnologías digitales (redes sociales, dispositivos móviles, internet, etc.) y que exige a la educación cambiar su mirada y cuestionarse sobre su función en la formación de los futuros ciudadanos.

Desde el siglo XIX, la toma de poder sobre el hombre como ser vivo y sobre la vida, hace que la vida se convierta en objeto del poder y que se estatalice lo biológico. La razón de Estado domina la biopolítica, es decir, los mecanismos, las técnicas, las tecnologías y los procedimientos por los cuales se dirige la conducta de los seres humanos mediante una tecnología gubernamental, «el Estado, en su supervivencia y en sus límites, no puede entenderse más que a partir de las tácticas generales de la gubernamentalidad» (Foucault, 1981:25-26). Los problemas específicos de la vida y de la población, como sexualidad, reproducción, trabajo, salud, higiene, vivienda, etc., son subsumidos en el seno de la administración estatal. Vivimos en la era de la biopolítica de las poblaciones, en la era de este poder contemporáneo que intenta administrar la vida en multiplicidades abiertas y la educación es un espacio exclusivo para la biopolítica y la regulación social. Por ello, las nuevas luchas que aparecen ya no son por la restitución de antiguos derechos, sino por la vida, fuerza de resistencia que afirma la plenitud de lo posible. Las fuerzas que resisten se apoyan en lo mismo que el poder invasor, es decir, en la vida del ser humano en tanto que ser vivo, social y político.

¿Qué incidencias tiene la biopolítica en la formación de los sujetos en el ámbito educativo?

La noción de biopolítica ha intensificado debates teóricos en el campo de las ciencias sociales y humanidades en las últimas dos décadas. Dentro del campo de lo educativo, la biopolítica viene a ser analizada como un mecanismo de poder y control de la contemporaneidad para ejercer un dominio de los conjuntos poblacionales contenidos en las instituciones escolares.

El sistema de enseñanza-educación, que en apariencia solo transmitía el conocimiento, debía mantener un status quo y en esencia mantendría un dispositivo de seguridad y control sobre las clases dominantes. Y en relación a esto, pensar, ¿es posible que el sistema de enseñanza argentino responda aún a esta lógica del dispositivo de control y regulación? ¿es el sistema educativo argentino una forma que participa del dispositivo de la biopolítica? Para poder comprender estos interrogantes es necesario revisar las políticas públicas y la relación que guarda con las políticas educativas y analizar su intencionalidad social.

Conclusión

El ámbito educativo aún no encuentra dar solución y respuesta a la contradicción de sus sistemas educativos que aún continúan reproduciendo enseñanzas en las prácticas de la formación del sujeto moderno para avanzar y evolucionar sobre la reproducción de las relaciones de producción. Este proceso se hace lento y debe replantearse seriamente ya que la formación del sujeto moderno, en la actualidad, no corresponde con las necesidades y demandas de los nuevos modos y estilos de vida de las sociedades, sino que corresponde con una ideología dominante o dominio de las prácticas. Esta crisis de confusión trae pérdida en la formación de los sistemas educativos que continúan con una imagen del mundo descontextualizada a la que los sujetos perciben del mundo actual, a través de los medios de comunicación e información que contribuyen a la formación de este tipo de sujetos, dominados bajo ideologías de Estado, dominados bajo ideologías de poder estatal, como la biopolítica, ¿qué tipos de sujetos debemos formar? ¿qué tipos de sujetos se forman? ¿qué tipos de sujetos deseamos formar?

Las amenazas y cambios en la formación del sujeto moderno en el ámbito educativo se construyen a partir de las siguientes observaciones:

  • Limitaciones del sujeto para liberarse a sí mismo.
  • La escuela se comporta como aparato ideológico que forma a sujetos según intencionalidades políticas que forman “entre líneas” a sujetos con un fin determinado, regido por normas y reglas que construyen a un sujeto que cree que eso es lo que debe ser y hacer. (biopolítica).
  • La formación entra en crisis, cuando es amenazada por las ideologías del Estado como aparato que regula la construcción de un tipo de sujeto moderno que le hace creer que debe construirse a partir de lo que enseñan otros sujetos a ser.
  • La escuela debiera tener en cuenta estas dos posiciones, debiera replantearse el concepto de sujeto que está y quiere continuar formando, ya que son los mismos sujetos que se encuentran permanentemente en esta tensión de formarse bajo pautas de la era de la modernidad y al mismo tiempo cuestionarlas por los cambios que la misma sociedad les exige en su transformación como tales sujetos.
  • Mutación del capitalismo y encuentra a la psique como nueva fuerza productiva (neoliberalismo).

Lo cierto es que el biopoder actúa de manera muy sutil, puede variar a través de las diferentes sociedades, como la disciplinaria y la de control, a través de publicidades, folletos, redes sociales, etc. La escuela y la familia interactúa con la biopolítica a través de lo que consume en el mercado capitalista. Todo el tiempo están operando sobre la conducta, los pensamientos, las emociones y los afectos, etc. Hay toda una serie de códigos que se dan dentro del sistema educativo que le enseñan a los niños, jóvenes y adultos lo que está bien y lo que está mal. Es por ello, que el vehículo por el cual se hace efectiva la biopolítica son las normas, y que mejor que los institutos educativos para controlar, regular y normalizar la vida de las personas.

BIBLIOGRAFÍA

  • ALTHUSSER, L., “Ideología y aparatos ideológicos del estado”, en ALTHUSSER, L., La filosofía como arma de la revolución, Córdoba, Pasado y Presente, 1974, pp. 97-141.
  • CASALI, C.A., “Roberto Esposito: el dispositivo biopolítico del mundo moderno”.
  • CASALI, C.A., “Pedagogías emancipadoras; tensiones biopolíticas: Saúl Taborda”. http://ixtli.org/revista/index.php/ixtli/article/view/114
  • CASALI, C.A., “La filosofía de la educación: definición, legados y propuestas de la modernidad”.
  • GENEYRO, J. C., “Educación y ciudadanía: vicisitudes de algunos legados de la Modernidad”, en RUBIO CARRACEDO, J. (et. al., eds.), Ética, ciudadanía y democracia, Málaga, Contrastes, Colección Monografía, Anuario n° 12, 2007, pp. 247-266.
  • HEIDEGGER, M., “La época de la imagen del mundo”, Anales de la Universidad de Chile, pp. 269-289 (especialmente de pp. 278 a 282 y los complementos “4” de pp. 283 a 284 y “9” de pp. 286 a 288).
  • KANT, E., “¿Qué es la ilustración?”, en KANT, E., Filosofía de la historia, México, FCE, 1941, pp. 25-38. https://arditiesp.files.wordpress.com/2015/01/kant_ilustracion_html.pdf

BIBLIOGRAFÍA WEB (de consulta)


[1] La RAE (Real Academia Española) define el “afuera” como: 1. Adj. Fuera del sitio en que se está.

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Cyntia Vanesa Dorna

Cyntia Dorna es Profesora en Educación Primaria y Licenciada en Ciencias de la Educación. Está cursando la Maestría en Educación en la Universidad Nacional de Quilmes a distancia. Es Diplomada en Psicopedagogía y Gestión de las Instituciones Educativas.

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