Clima escolar y bienestar

Empiezan las clases: ¿habemus motivación?

Término que aparece más en textos educativos que en lo cotidiano de las aulas, “motivación” es un asunto (también constructo) del cual conviene estar enterado.

En los próximos días empiezan las clases en todas las escuelas, esas que abarcan un espectro variopinto que incluye escuelas de gestión pública y privada de toda esta tierra que llamamos argentina. También empiezan en otros lares en los que va terminando ahora el verano, y también empezarán en nuestra primavera para quienes entonces estén en su otoño.

¿Por qué digo esto? Para subrayar que la motivación es algo que ocurre en contexto. Universal, como factor humano; situada, porque somos siempre en contexto.

Hablar de motivación y contextos nos puede hacer pensar que el césped siempre estará más verde en el jardín del vecino. Que los niños irán más motivados a tal escuela porque tiene mayores recursos, ya sean espacios más verdes, más modernos y mejor iluminados, o vanguardismo pedagógico o tecnológico. Que los docentes irán más motivados allí donde les faciliten tal o cual tarea, o donde no se les exija tal o cual procedimiento, o donde les paguen más, o donde tengan tales o cuales libertades. Que, por lo tanto, si no estoy en aquel contexto de césped mucho más verde que el mío, no esperen que esté motivado…

Pero en todas las personas hay algo de aquello llamado motivación, si entendemos motivación como unas fuerzas que mueven. Cierto es que definir así es hacerlo de modo muy genérico, pero aquí nos vale.

Hay motivación en los niños y adolescentes que pronto vuelven a las aulas. Hay energía, hay unas fuerzas que mueven, y el desafío de sus profesores es procurar que esa motivación se despliegue en línea con los objetivos educacionales, ya sean del nivel inicial, o de la primaria, o del nivel medio o secundario.

Hay motivación en los profesores que vuelven a las aulas. Si usted es docente y terminó el año anterior exhausto, tal vez piense que hoy estoy con ánimo de ironías, pero fíjese que no. En su retorno al aula hay motivación, puesto que está usted vivo y volviendo.

Me podrá decir que si no fuera por el sueldo no volvería porque ya está cansado de tal cosa o harto de tal otra; o, por el contrario, que vuelve por otras razones y que desde luego no lo hace por su salario, que bien poco le estimula. Pero de un modo u otro y también por ese salario, que en alguna teoría de la motivación podría definirse como “recompensa externa”, usted vuelve.

¿Qué le recomiendo, si me lo permite? Que piense (ya que tiene que volver, o que quiere volver) qué puede hacer para estar mejor en las aulas mientras éstas sigan siendo su contexto laboral (dicen que nada es para siempre). Qué le gusta, qué le cuesta, qué disfruta y qué no soporta. Qué tiene obligación de hacer, o qué le apasiona, y cómo transformar eso en un desafío moderado, algo alcanzable a un costo razonable, de modo tal que no regrese a casa agotado cada día. Que ni el peso ni el disfrute del trabajo agoten sus energías, que son recurso limitado aunque renovable, renovable aunque limitado.

Un buen medio para proponerse desafíos moderados es aprender acerca de la motivación de los alumnos. Saber le puede permitir hacer pequeños cambios en su diseño de clases, bien seleccionados, que incidan en la motivación de sus alumnos y en su satisfacción personal como docente.

Si usted está en la dirección de una escuela también le conviene saber acerca de qué ocurre con eso que llamamos motivación, y en su caso le es útil por partida doble: saber sobre la motivación de los profesores, puesto que le conviene tener un equipo motivado en línea con los propósitos de la institución; y saber acerca de la motivación de los alumnos, porque en definitiva son los destinatarios últimos y principales de su tarea directiva.

Motivación” es un constructo, es decir, algo que no puede observarse directamente sino a través de indicadores. No se mide tan fácilmente como la temperatura corporal o los glóbulos rojos en sangre. Saber acerca de esos indicadores, e ir logrando una posición definida acerca de qué es la motivación y cómo se puede intervenir para favorecerla, puede ser muy útil para quienes en pocos días estarán otra vez gestionando aulas y escuelas.

Dicen algunos teóricos de la motivación que si algo es útil, nos mueve a aprenderlo.

Feliz año escolar. Que sea con aprendizajes y bienestar.

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Helga Elliff

Prof. de Enseñanza Primaria y Preescolar, Lic. en Psicopedagogía y Mg. en Psicología Cognitiva y Aprendizaje. Su trayectoria profesional comprende docencia en aulas de diversos niveles educativos, intervención en contextos educativos desde diversos roles, clínica psicopedagógica e investigación en temas de motivación en contextos educativos. Condensa esa experiencia en sus propuestas de capacitaciones y consultoría en temas de motivación, y en su libro “Motivación. La teoría en mis zapatos” (2022).

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