Muchas veces suele ocurrir que el rol del Tutor no está tan claro para quien lo ejerce, como para el resto de los actores de la institución escolar. Conocer los campos de acción o áreas de intervención, como también las características de la tutoría, permite, por un lado, poder construir y legitimar su espacio institucional, y por otro, delimitar y definir sus roles-funciones.
Las áreas de intervención, permiten brindar atención a los diversos aspectos del proceso de desarrollo de los y las estudiantes, para poder realizar la labor de acompañamiento y orientación. No deben ser confundidas con las áreas-espacios curriculares. Los tutores deben priorizar en su ejercicio profesional, aquellos ámbitos que respondan a las necesidades e intereses de sus estudiantes. Las áreas son siete:
-Área personal-social: en ella se debe acompañar y apoyar a los alumnos en el desarrollo de una personalidad equilibrada, que les permita actuar con plenitud y eficacia en su entorno social.
-Área académica: se tiene que asesorar y guiar a los estudiantes en el ámbito y contexto académico, que mejorar su rendimiento, acompañar las actividades escolares y prevenir o superar dificultades que se presenten.
-Área vocacional: se debe asesorar y ayudar a los alumnos en la elección futura de una profesión, oficio u ocupación, en el marco de su proyecto de vida. Debe estar en sintonía con las características y posibilidades del alumno
-Área del cuidado de la salud (corporal y mental): se debe estimular y promover en el alumno la adquisición de estilos de vida saludables.
-Área de la ayuda y compromiso social: se busca generar en el alumno la participación en acciones dirigidas a la búsqueda del bien común. Es importante estimular la sensibilidad social.
-Área de cultura y actualidad: se busca promover en el alumno el conocimiento y la valoración por la cultura. Reflexionar sobre temas de actualidad. Estimular el compromiso con el entorno local, regional, nacional y global.
-Área de convivencia escolar: se busca promover en el alumno desarrollar conductas y hábitos que favorezcan la convivencia escolar. Busca contribuir al establecimiento de relaciones democráticas y armónicas, en el marco del respeto a las normas de convivencia.
Por su parte, las distintas características de la tutoría permite poder elaborar el rol del tutor y su campo de acción. Cuando desde el espacio de tutoría se acompaña y ayuda a los estudiantes para que adquieran habilidades, competencias y capacidades que le permitan desempeñarse y afrontar las diversas exigencias y desafíos que se le presenten en su proceso de desarrollo, estamos ante una característica Formativa de la tutoría. En ella, aparecen la confianza, la aceptación, el diálogo, el afecto y el respeto entre el tutor y sus estudiantes favorecerá la interiorización de estos aspectos. La Preventiva, se manifiesta cuando se promueven factores que protegen y minimizan factores de riesgo. El tutor no se espera que los estudiantes presenten inconvenientes o problemas para trabajar, por ejemplo, sobre: el autoconocimiento, aprender a comunicarse con los demás, asumir la responsabilidad de sus actos. La relación que se establece con los alumnos permitirá sentar las bases para orientar su desarrollo, evitar o reconocer las dificultades cuando se presentan, y actuar en consecuencia. Otra característica es la de Permanente. Los alumnos reciben asesoramiento, apoyo y herramientas que les permiten manejar las situaciones en su proceso de desarrollo durante todo su recorrido educativo. Esto requiere de tiempo y continuidad.
La tutoría presenta la característica de Personalizada, ya que el desarrollo humano es un proceso complejo en el que existen patrones comunes y previsibles, junto a un sinnúmero de factores hereditarios, ambientales y sociales que configuran de manera única y particular a cada uno. Por lo tanto, el tutor debe brindar atención personalizada a cada estudiante e interesarse por él como persona, con sus características particulares. Es Integral, pues promueve la formación integral de los estudiante como personas, atendiéndolos en todos sus aspectos: físico, cognitivo, emocional, moral y social. Tiene otra característica que es la de ser Inclusiva al estar integrada en el proceso educativo y ser tarea de toda la comunidad educativa. Esto asegura la atención para todos los estudiantes, promoviendo en todo momento el proceso de inclusión de aquellos que tuvieran necesidades educativas especiales. También es Recuperadora, ya que en el caso de alumnos con determinadas dificultades, la acción del Tutor permite minimizar su impacto; pues detectarlas tempranamente permite intervenir oportunamente y disminuir complicaciones mayores.
Por último, la característica de ser No Terapéutica, implica que la tutoría no es reemplazar a un psicólogo o psicoterapeuta, sino ser un primer soporte y apoyo dentro de la institución educativa. Por ello, el tutor debe observar e identificar lo más temprano posible cualquier problema que nuestros estudiantes puedan tener –sean emocionales, familiares, de aprendizaje, salud u otros–, para darles soluciones adecuadas, y de ser necesario derivarlos a la atención especializada.
