La pandemia nos despertó. La cuarentena nos envolvió. #quedateencasa, es el logo que llegó.
Guardamos y doblamos la Escuela, despacito, sin olvidar nada. En nuestra cartuchera guardamos el pendrive institucional.
Recorrimos con la mirada las paredes y cerramos la puerta, dejamos desolado al edificio.
Llegamos a casa con cuidados, con precauciones, con el celular desbordado. Con los conectados, los no conectados. Los preocupados y también los despreocupados.
Limpiamos el escritorio. Conectamos la computadora. Cargamos el celular. Instalamos “Nuestra Escuela Virtual” con el pendrive de 16 megabytes.
Cuántos desafíos. Cuántas preguntas. Cuántas llamadas. Cuántos grupos. Cuánta propuesta, sin propuesta.
Mirar videos. Escuchar audios del globalizado problema que acechaba por las redes.
Cada docente entendió #quedateencasa. Cada familia procuró quedarse en casa. Comenzó la comunicación.
El inicio de clases virtuales nos invadió.
Las capacidades, los saberes, cada secuencia didáctica por los cables se entregó; llegando a casas con red, sin conexión, con crédito, con dispositivos de los más variados formatos.
Motivamos para estar y vernos en cada pantalla. Estrategias de enseñanza escritas, por audio, por imágenes especiales, con stickers, con fotos y toda la propuesta de educación en 48H se armó.
Hubo devoluciones por diferentes formatos, por todas las redes y volvió el material enviado, con los datos solicitados.
Y la pregunta sobrevoló por las redes ¿Cómo evaluó hoy?
Durante muchos años las técnicas e instrumentos de evaluación fueron dando vueltas en el papel, pero hoy:
¿Cómo miramos, medimos, calificamos, aconsejamos o retroalimentamos los resúmenes, los gráficos, los prácticos que llegaron?
¿Qué respuesta damos a tanto esfuerzo de conexión, de virtualidad?
¿Cómo comunicamos a cada estudiante y sus familias los logros?
Cada docente según su rol se preguntó qué, cómo, cuándo evaluar acompañando este nuevo proceso de enseñanza y aprendizaje virtual.
La pandemia nos despertó. La cuarentena nos envolvió. #quedateencasa, es el logo que llegó.
Guardamos y doblamos la Escuela, despacito, sin olvidar nada. En nuestra cartuchera guardamos el pendrive institucional.
Recorrimos con la mirada las paredes y cerramos la puerta, dejamos desolado al edificio.
Llegamos a casa con cuidados, con precauciones, con el celular desbordado. Con los conectados, los no conectados. Los preocupados y también los despreocupados.
Limpiamos el escritorio. Conectamos la computadora. Cargamos el celular. Instalamos “Nuestra Escuela Virtual” con el pendrive de 16 megabytes.
Cuántos desafíos. Cuántas preguntas. Cuántas llamadas. Cuántos grupos. Cuánta propuesta, sin propuesta.
Mirar videos. Escuchar audios del globalizado problema que acechaba por las redes.
Cada docente entendió #quedateencasa. Cada familia procuró quedarse en casa. Comenzó la comunicación.
El inicio de clases virtuales nos invadió.
Las capacidades, los saberes, cada secuencia didáctica por los cables se entregó; llegando a casas con red, sin conexión, con crédito, con dispositivos de los más variados formatos.
Motivamos para estar y vernos en cada pantalla. Estrategias de enseñanza escritas, por audio, por imágenes especiales, con stickers, con fotos y toda la propuesta de educación en 48H se armó.
Hubo devoluciones por diferentes formatos, por todas las redes y volvió el material enviado, con los datos solicitados.
Y la pregunta sobrevoló por las redes ¿Cómo evaluó hoy?
Durante muchos años las técnicas e instrumentos de evaluación fueron dando vueltas en el papel, pero hoy:
¿Cómo miramos, medimos, calificamos, aconsejamos o retroalimentamos los resúmenes, los gráficos, los prácticos que llegaron?
¿Qué respuesta damos a tanto esfuerzo de conexión, de virtualidad?
¿Cómo comunicamos a cada estudiante y sus familias los logros?
Cada docente según su rol se preguntó qué, cómo, cuándo evaluar acompañando este nuevo proceso de enseñanza y aprendizaje virtual.
Nos leemos, nos encontramos en las redes
Evaluando-en-Comunidad-virtualProf. Amalia Sáez. Directora de la Escuela Primaria N° 1-745”Escultor Roberto Rosas” de Mendoza. Agosto 2020
Exelente equipo de trabajo , todos los actores involucrados gracias por el acompañamiento y compartir experiencias ,conocimientos que nos enriquece en nuestra hermosa tarea de educar a nuestros niños y niñas . GRACIAS por estar juntos a la par desde casa …yo me cuido y te cuido.