
Cuando nos referimos a infancia hablamos de una construcción histórica y por ende cambiante. El termino nació en la Modernidad, cuando el niño dejo de ser considerado un “adulto en miniatura” y comenzó a ser considerado como un ser inacabado, al cual debía darse protección y resguardo. La escuela y la familia eran los dispositivos por excelencia para impartir disciplina y formarlos como buenos ciudadanos
Sin ir muy lejos en el tiempo un niño hasta hace un poco más de 80 años atrás se lo quería sano para trabajar y a las niñas sanas para procrear en un futuro.
Si nos ponemos a analizar por qué hoy un niño debería estar fuerte y sano dista bastante de esta concepción, y tomando las palabras de Enrique Orschanski( médico pediatra), en una disertación para TDx CORDOBA (2013), toma testimonios de su propia profesión para ejemplificar, que un niño debe estar sano para ser feliz, nada más y nada menos.
En una generación del doble click, donde todo es instantáneo, donde no hay tiempo para el disfrute, tenemos que permitirnos en este tiempo tan particular de pandemia, hacer un alto y permitirnos tanto niños y adultos el reencuentro, disfrutar del tiempo de ocio. Diariamente en nuestra vida escuchamos infinitamente la frase “estoy aburrido” los, invitamos a decirles a los niños “me encanta que estés aburrido” pensemos que podemos hacer… en vez de darles una Tablet u otro dispositivo para que no nos interrumpan en nuestra vorágine de actividades. Lógicamente no es tarea sencilla, esto requiere de tiempo, de poner en juego nuestra creatividad y paciencia. Posiblemente en este escenario que intentemos generar, encontremos un equilibrio, donde no veamos todo con “malos ojos” por el contario, compartiendo tiempo con ellos generararemos mayor disfrute, aumentaremos la seguridad y lograremos una mejor comunicación. Ahora bien surgen interrogantes tales como: ¿Qué ocurrirá cuando este tiempo de cuarentena termine? ¿Volveremos otra vez a nuestras vertiginosas vidas?
Creo que todos y cada uno de nosotros tenemos una respuesta, pero reflexionando qué nos deja esta pandemia, por el momento es mirar las cosas desde otra perspectiva, es importante que nos preocupemos por nuestra economía y dediquemos tiempo a nuestros trabajos y demás obligaciones, pero sin olvidar que hay prioridades y la niñez es una etapa tan corta, que requiere de nuestra atención y dedicación , dicen que todo tiempo pasado fue mejor, quizás si, pero si de algo estamos seguros es que tenemos que acompañar a nuestros niños para que ellos sean autores de sus propias vidas.