Las tecnologías disruptivas y la educación
El impacto de la inteligencia artificial
Existen dos antagonismos en el ámbito educativo actual vinculados a la tecnología; por un lado, desde el equipo de gestión y de los docentes en general de una institución que autorizan con ciertos límites su uso y por otro, el empleo casi cotidiano que el alumno hace de ella – pensemos la tensión que todavía se presenta cuando se usa el celular en clase.
De los vínculos con la tecnología se ha caracterizado a la población mundial como Baby Boomers, Generación X, Millenials (o generación Y) y Centennials (o generación Z) haciendo una división entre las generaciones que se mide teniendo en cuenta el acceso a la tecnología y al mundo laboral.
Esto ha cambiado gracias a la IA (inteligencia artificial). Esta diferencia ya no existe: todos pertenecemos a la Generación D o Generación Digital. Es imperioso analizar esta generación ya que nos brinda un panorama de este fenómeno que ahora se aplica a todos.
Los estudios realizados por Roxana Morduchowicz confirman que los jóvenes transitan su vida social entre dos esferas: la virtual/online y la real/offline. Estamos ante una nueva sociabilidad a través de nuevas formas de comunicación con canales alternativos a los tradicionales (la escuela, una cafetería, una fiesta, etc.). Los nuevos medios y la tecnología se complementan, coexistiendo muchas herramientas reales y virtuales para relacionarse con los demás.
Ahora bien, ¿el antagonismo mencionado podrá ser puesto en jaque con la llegada del Chat GPT?
Como modelo de lenguaje, el Chat GPT no tiene la capacidad de resolver la tensión entre quienes apoyan la tecnología y quienes no. El uso y la aceptación de la tecnología es un tema complejo que involucra opiniones, valores y preocupaciones que van más allá de la capacidad de una herramienta de lenguaje para manejar.
Sin embargo, el Chat GPT puede ser útil en una conversación constructiva con personas con diferentes puntos de vista, proporcionando información precisa e imparcial sobre la tecnología y sus aplicaciones. El Chat GPT puede ayudar a aclarar conceptos y responder preguntas que permitan una discusión más informada y productiva sobre la tecnología y su impacto en la sociedad. En última instancia, la tecnología debe ser evaluada en función de su capacidad para mejorar la calidad de vida y promover el bienestar humano.
La expuesto en los párrafos anteriores fue escrito por el Chat GPT.
La inteligencia artificial está revolucionando la educación al proporcionar nuevas herramientas y soluciones para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje de estudiantes de todas las edades.
Pro Futuro, en la Conferencia realizada el 18 de abril de 2023, “El futuro de la Inteligencia Artificial en educación en América Latina” (auspiciado por la OEI), ha dejado muy claro las aportaciones de la IA a la educación, como por ejemplo el diseño de programas educativos avanzados, las nuevas competencias docentes, la forma de evaluar dejando lo clásico y considerando la “evaluación remota” de calidad, las predicciones de abandono escolar, para tomar medidas preventivas y saber si un alumno está en riesgo de abandono, el manejo de datos (gobernanza digital) que sea transparente, la personalización de la educación ( adaptándose a los ritmos de aprendizaje de cada alumno), las tutorías personalizadas según la necesidad de cada estudiante, la actualización de los conocimientos de los docentes (una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados)
Luisina Ferrante, Coordinadora del Programa de Educación y Derechos Humanos de Wikimedia Argentina, dice que la inteligencia artificial va a tener un gran impacto educativo, y que por lo tanto requiere de instancias previas como el acompañamiento, formación y seguimiento de los docentes que están frente al aula para reducir las brechas tecnológicas.
Mariano Jabonero, Secretario General de la OEI, aporta datos muy relevantes sobre la oferta de programas educativos en América Latina: existe un 85% de demanda virtual contra un 25% presencial. Abona la idea de “no poner puertas al campo”, ya que nos encontramos en un momento histórico donde la inteligencia artificial aportará mejoras en la calidad educativa pero también es necesaria una regulación de su aplicación (determinar reglas de juego claras) por parte del Estado.
Este nuevo estilo que irrumpe en la educación necesita de la participación y compromiso del Estado a través de principios y valores, que permitan un desarrollo de la Inteligencia Artificial más ético y justo, reduciendo las desigualdades y las brechas existentes.
En España existe el Centro de Transparencia Algorítmica junto a una agencia de Supervisión de IA, primera en el mundo. La misma está trabajando en una Inteligencia Artificial (bot) que no se desarrolle exclusivamente por quienes son de habla inglesa o china, sino que sea también de habla española.
Melina Masnatta, experta en Tecnología Educativa y referente de Argentina coincide con el educador mexicano Fernando Valenzuela, en que si bien el conocimiento está totalmente disponible no significa que sea verídico o confiable, y que, a la fascinación de la Inteligencia Artificial, le debe seguir el pensamiento crítico para promover un mejor uso de la tecnología.
En este mismo sentido, Julián Varas, profesor de la Universidad Católica de Chile, compara las generaciones que se formaban memorizando técnicas y procedimientos con aquellas que usan Google.
Es el momento para que las intervenciones de los docentes lleguen más a las emociones y a las capacidades y a través de las evaluaciones asegurar que sus alumnos sean capaces de integrar y procesar el contenido enseñado.
Es importante que los docentes desarrollen nuevas habilidades en educación con el uso de la IA para que no queden brechas: conocimiento básico de inteligencia artificial, competencia tecnológica, habilidad para gestionar datos, pensamiento crítico, creatividad, habilidad para trabajar en equipo.
La UNESCO afirma que el despliegue de las tecnologías de IA en la educación debe proponerse como objetivo mejorar las capacidades humanas y proteger los derechos humanos para una colaboración eficaz entre el hombre y la máquina en la vida, el aprendizaje y el trabajo, y para el desarrollo sostenible. “Necesitamos ratificar este compromiso, ya que mientras más nos acercamos a la época en que la inteligencia artificial –la convergencia de las tecnologías emergentes– transformará todos los aspectos de nuestras vidas (…)”, afirmó la Sra. Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO durante la Conferencia Internacional sobre Inteligencia Artificial y Educación celebrada en Beijing en mayo de 2019. “Debemos orientar esta revolución en el buen sentido con miras a mejorar los medios de subsistencia, reducir las desigualdades y promover una globalización justa e inclusiva”.
La aplicación de la inteligencia artificial en el aprendizaje puede ser muy eficiente si se implementa correctamente, ya que permite la personalización del proceso de enseñanza de los alumnos en los temas que les resulten más complejos y complicados y proporciona valiosa información a los docentes para que puedan realizar un seguimiento más detallado del progreso de sus alumnos, de sus fortalezas y debilidades.
Este formato de aprendizaje es muy promisorio, pero plantea un conjunto de cuestionamientos, desafíos y riesgos que deben ser abordados por políticas públicas, de modo que se salvaguarde la privacidad de la información personal de los estudiantes; para que no se produzcan sesgos e inequidades preexistentes en la sociedad despejando así los temores que puedan obstaculizar su adopción en las instituciones educativas.
