S.O.S la escuela en emergencia

Como es de público conocimiento, desde hace unos días a través de un comunicado oficial el presidente de la Nación Alberto Fernández, decretó una nueva etapa de confinamiento. Estas medidas fueron tomadas como consecuencia de la alarmante situación que venimos atravesando en lo que refiere al alto nivel de contagio del virus Covid 19 y la situación de emergencia sanitaria que viven muchos distritos de la Provincia de Buenos Aires y del país.
A raíz de esta nueva etapa de restricciones las instituciones educativas que pertenecen a distritos que están transitando por la fase 2 debieron suspender las presencialidad cuidada que se venía desarrollando en las escuelas. Dicha situación obligó nuevamente a las instituciones a tener que reorganizar sus dinámicas, sus tareas, comunicar de inmediato a las familias, alumnos/as y docentes sobre la manera de continuar las clases y de qué forma seguir garantizando la continuidad pedagógica de los/as estudiantes en este nuevo contexto.
A pesar de todo esto es común escuchar voces diciendo que “la escuela ya debería estar preparada para esto después de un año de Pandemia”, que “los docentes ya deberían saber usar las tecnologías de manera óptima, ya que después de un año han aprendido ” , “los chicos ya debieran saber usar perfectamente el classroom”, “los equipos directivos ya deben estar bien preparados para afrontar los desafíos diarios de la escuela virtual” y demás comentarios que desafían a las instituciones escolares a que ésta solucione todos los conflictos.
Es importante destacar que en medio de estas decisiones se encuentran personas, es decir, los estudiantes, sus familias, los docentes, preceptores/as y equipos de gestión que ante el desconcierto, el miedo, la angustia, el cansancio mental, el exceso laboral, sumado también a los problemas socioeconómicos o situaciones de vulnerabilidad emocional sufridos por la mayoría durante estos meses. Se le suman los problemas de conectividad, la falta de comunicación, el miedo a la desvinculación de los alumnos y de sus familias, quienes en cierta medida piden ayuda a gritos a la escuela y viceversa. Ambos se necesitan una vez más, porque la escuela sola no puede y las familias tampoco.
Para poder afrontar esta situación, desde el inicio de la situación de emergencia, tanto a nivel nacional como provincial, desde el Consejo Federal de Educación, se implementaron distintas políticas educativas y de sostenimiento de las trayectorias de los estudiantes. Entre ellas el Servicio Alimentario de Emergencia, el abordaje de contenidos mediante el trabajo con cuadernillos de contenido curricular y plataformas educativas para poder seguir adelante con la continuidad pedagógica y así poder sostener el vínculo con el estudiante y su familia.
Podemos decir que es de fundamental importancia poder vincular a los/as estudiantes, sostener la comunicación , no perder contacto. Una de las maneras que las escuelas y los docentes implementaron fue la de en principio, sostener el vínculo mediante las emociones, es decir, tratar de escucharlos, respetar los tiempos de las entregas de sus actividades, seleccionar contenidos mínimos y prioritarios, como consecuencia hubo otros modos de pensar la evaluación, ya que la escuela ya no es la misma que antes del inicio de la pandemia.
Debemos reconocer y aceptar que ni las instituciones educativas, ni los equipos directivos, los docentes, los estudiantes y las familias no son los mismos que antes. Hay un antes y un después, hay un presente que nos desafía constantemente, que pone a prueba nuevamente al sistema educativo y como escuela debemos seguir pensando de manera conjunta las decisiones, tener un horizonte en común, debemos poder lograr acuerdos entre las escuelas y las familias, ya que ambos tienen una gran responsabilidad, la poder seguir sosteniendo la educación de los niños , adolescentes y jóvenes, más allá de la situación de emergencia que venimos transitando y de la que vamos a salir fortalecidos.
Clarisa R. Gavazza.
Prof de Lengua y Literatura.
Licenciada en Educación secundaria.