“La calidad de experiencias de aprendizaje en la educación inicial puede contribuir a la reducción de desigualdades”
Un nuevo estudio realizado por el IIPE UNESCO y UNICEF analiza los mecanismos de aseguramiento de la calidad vigentes en la educación inicial en América Latina y plantea una serie de recomendaciones para los Estados de la región.
El documento “Mecanismos de aseguramiento de la calidad en la educación inicial de América Latina”, elaborado por la especialista María Eugenia Herrera Vegas y publicado por el IIPE UNESCO y UNICEF, parte de la revisión de 375 documentos y el análisis de 155 estudios sobre la temática.
Según las evidencias explicitadas en este informe, “la calidad de experiencias de aprendizajes y desarrollo en la educación inicial puede contribuir a la reducción de desigualdades”, lo que beneficiaría, en mayor medida, a quienes nacen y viven en contextos de pobreza y vulnerabilidad social.
En esa línea, el documento resalta los consensos internacionales al respecto -como la Agenda Educación 2030 y la Declaración de Buenos Aires-, entre los que se encuentra la meta de “lograr sistemas de cuidado, educación y desarrollo infantil de alta calidad, incluyendo la universalización del acceso a edades cada vez más tempranas”, lo que supone “el doble desafío, tanto de brindar prestaciones adecuadas en los lugares donde aún no existen servicios, como de fortalecer o transformar positivamente donde ya existen”.
Para lograr avanzar en torno a estos consensos, el documento del IIPE UNESCO y UNICEF resalta la importancia de que los Estados cuenten con mecanismos de aseguramiento de la calidad y mejora continua en la educación inicial. Estos mecanismos son propuestos para “mejorar decisiones, planificar e implementar prácticas que aseguren calidad en la educación inicial, con políticas de medición y monitoreo adecuadas al contexto de cada país y que resulten en fuentes de información rigurosa para identificar áreas críticas, mejorables con los recursos necesarios”.
El estudio también hace un llamado a la acción para los Estados miembros, ya que cada año de demora en mejorar los mecanismos de aseguramiento de la calidad en la educación inicial repercute “en el potencial de equidad que tiene la calidad de la educación inicial en infancias de sectores de vulnerabilidad socioeconómica”.
“Es necesario lograr sistemas de cuidado, educación y desarrollo infantil de alta calidad, incluyendo la universalización del acceso a edades cada vez más tempranas”
