Julia Migueles: “Una escuela donde el trabajo en equipo sea la piedra fundacional para planificar la enseñanza …”
Historias de Gestión: En este artículo, presentamos a la Profesora Migueles Julia, directora titular de la escuela primaria, Trabajadora social e Inspectora de Enseñanza del nivel primario.
Me gustaría comenzar hablando de tu cargo actual en el ámbito de la educación y ¿Qué desafíos implica?
Actualmente me desempeño como Inspectora de Enseñanza Primaria en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. El enorme desafío tiene que ver con poder acompañar orientando a los equipos directivos para garantizar y promover el derecho a la educación, para que las políticas públicas y los lineamientos curriculares sean implementados en el territorio, en ese sentido es necesaria una intervención situada en el marco de un planeamiento estratégico. Mi lugar de trabajo es en las escuelas, desde allí puedo detectar fortalezas y debilidades, para luego abordar reflexivamente los problemas con el objetivo de lograr que la oferta educativa siempre sea inclusiva y de calidad.
Ahora que ya sabemos un poco de tu rol actual en el ámbito educativo, ¿podrías contarnos un poco porque elegiste la docencia y como fuiste construyendo tu trayectoria hasta hoy?
Para comenzar te cuento que soy oriunda de la provincia de Corrientes, de un pueblito muy pequeño llamado Mariano I. Loza. Mis Padres eran trabajadores rurales así que mis estudios primarios transitaron por la escuela rural. Entre la primaria y la secundaria puedo decir que he tenido la fortuna de cruzarme con docentes que lograron despertar en mí el deseo y la vocación de ser MAESTRA. Comencé a entender desde entonces, que la educación, o por lo menos a través de ella, era posible transformar la realidad del mundo en que vivimos, a concebir la escuela como el lugar donde uno podía tener aspiraciones de un futuro mejor.
Mis padres que no tuvieron la posibilidad de terminar sus estudios primarios, siempre me han inculcado la importancia del estudio como puente para “para ser alguien” el día de mañana. Hoy entiendo que todos somos alguien desde que nacemos y la educación debe cumplir el rol de acercarnos a eso que somos, a lo que queremos ser y potenciarlo.
Con 18 años me vine a Buenos Aires para poder estudiar el profesorado de Enseñanza Primaria. En el año 2005 inicié mis primeros pasos como maestra.
Estuve frente al grado por más de diez años, donde siempre busqué para mis alumnos las mejores estrategias y alternativas pedagógicas para que todos se apropien de conocimientos significativos.
En esos años sentí la necesidad de prepararme y capacitarme para poder aportar un poco más a la educación. Una escuela en la que todos puedan disfrutar de estar en ella, que sean mirados, escuchados y que aprendan.
Es por ello que en el año 2018 me presenté a las Pruebas de Selección para cargos directivos, accediendo ese mismo año al cargo de vicedirectora provisional, desde donde se me presentó la posibilidad de visibilizar de manera más amplia la escuela como un lugar que debe garantizar mayores oportunidades y posibilidades ampliando derechos.
En el año 2019 con la firme convicción de que ese era el camino que quería transitar, concursé con mucho éxito para ser directora titular de escuela primaria.
Y en esta misión de trabajar por promover el derecho a la educación, tuve la necesidad y el compromiso social de posicionarme desde otro lugar en la gestión para seguir creciendo profesionalmente y construyendo junto a otros la mejor propuesta para nuestros estudiantes.
Fue entonces que con estas ideas vislumbre la necesidad de dar un paso más alto todavía en esta carrera docente, con lo cual, en el año 2022, me presenté también de manera exitosa en las Pruebas de Selección para Inspectores de Enseñanza Primaria de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente me encuentro desempeñando esa función.
Y en todo este camino de trabajo en el aula, veo que decidiste estudiar la carrera de Trabajo Social.¿ Por qué? ¿Qué aportes tuvo o tiene en tu labor educativa?
Si, luego de los primeros años que me desempeñé como maestra de grado me di cuenta que para poder entender y comprender al alumno en su integralidad debía afianzar y fortalecer mis conocimientos en otras aéreas.
Se ponía en tensión mi tarea docente de manera constante ante las situaciones de conflicto escolar y extraescolar que se daban cada vez con mayor frecuencia, la complejidad en la realidad de las nuevas configuraciones familiares, la necesidad imperante de leer la cotidianeidad escolar desde la dimensión social, de reemplazar prácticas focalizadas por abordajes comunitarios, la vulneración de derechos, etc. todo esto me llevó a iniciar, en el año 2011, la Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad Nacional de Luján, buscando herramientas para alcanzar no solo los objetivos educativos propuestos sino también la defensa, la protección y la promoción de los derechos de los estudiantes y también de sus familias. Sin duda esta formación pudo enriquecer mi desempeño docente.
¿Podes identificar qué logros fuiste alcanzando desde tu gestión tanto como directora y ahora como inspectora?
En mi caso particular, tanto desde la conducción de una escuela, como de varias escuelas, mi posicionamiento político-pedagógico siempre fue claro, sostenido e irrenunciable. Y desde allí puedo evidenciar los logros, que no dejan de ser desafíos constantes: ser generadora de espacios colectivos y colaborativos donde los esfuerzos se direccionen a cumplir con los objetivos y propósitos de la educación pública.
La satisfacción más grande es ver cómo se van conformando los equipos de trabajo, desde la solidaridad, la bondad, la empatía, el compromiso y la responsabilidad de saber que todos somos garantes de derechos, generadores de cambios. Que todos somos corresponsables de llevar adelante y entender que el estudiante debe transitar la escuela con experiencias educativas integrales, significativas y de calidad. Y ningún cambio genuino se puede gestar desde la soledad de una gestión.
¿Cuál es tu mirada acerca del rol de la escuela en el contexto actual post pandemia? ¿Qué Desafíos y oportunidades podrías identificar?
Yo creo que estamos transitando un momento histórico en nuestra sociedad, en nuestras escuelas. Un periodo de pos-pandemia en donde nada es como era o como quisiéramos que fuera.
La crisis sanitaria mundial, que todos conocemos, obligó a los sistemas educativos a rediseñar los lineamientos de trabajo en el marco del aislamiento social y luego generando las condiciones para un regreso seguro, pero también paulatino a las clases presenciales.
Esta situación insto a desplegar con celeridad políticas de cuidado integrales y precisas destinadas a garantizar la continuidad pedagógica desde diversas modalidades. Donde los docentes tuvieron un rol fundamental al reconfigurar sus prácticas y construir otros espacios de encuentro donde se pueda continuar desarrollando una enseñanza y aprendizaje de calidad.
Este contexto pandémico nos puso frente al gran desafío de pensar otros modos de hacer escuela, que quedaron instaladas como nuevos ensayos para pensar un nuevo modelo escolar. Donde prime el compromiso político – pedagógico de cada agente educador, que favorezca y promueva lazos de solidaridad, de empatía y de cuidado.
“Todos somos corresponsables de llevar adelante y entender que el estudiante debe transitar la escuela con experiencias educativas integrales, significativas y de calidad“
Julia Migueles
Aprendimos mucho durante esta pandemia, adquirimos nuevas herramientas pedagógicas a pasos agigantados, una vasta experiencia valiosísima que significo poder sostener la educación a distancia. Aprendimos que la tarea de educar trasciende una escuela de puertas abiertas. Eso nos abrió un mundo de posibilidades y de oportunidades nuevas para seguir enseñando y aprendiendo.
Yo creo que el desafío sigue siendo enorme para la escuela de hoy, continuar revisitando y revisando las intervenciones pedagógicas y los escenarios escolares, desde una perspectiva de derechos e inclusión educativa que atienda diversidades y desigualdades, con el fin de problematizar posicionamientos, desnaturalizar los discursos, las certezas instituidas y las representaciones que, en ocasiones, clausuran los procesos educativos.
El desafío está en fortalecer una escuela donde todos tengan un lugar sin miramientos ni presupuestos.
Ya mencionaste cómo la educación tuvo que readaptarse en plena crisis sanitaria. Ahora bien, en un mundo que se muestra vertiginoso con una tecnología que diariamente atraviesa con más fuerza nuestras vidas, ¿cómo vez el sistema educativo en ese contexto? ¿Está preparado para enfrentar un mundo tan dinámico y veloz?
Creo que estamos en un proceso de revisión, reconstrucción y sostenimiento del sistema educativo poniendo la mirada en generar estrategias pedagógicas para fortalecer las trayectorias de los estudiantes luego de la pandemia.
En este sentido es válido preguntarnos qué escuela es la que tenemos y cuál es la que necesitamos para garantizar este derecho. Y desde allí pensar en cambios si fuera necesario.
Considero que los lineamientos de la política educativa actual son muy acertadas, solo es cuestión de generar espacios donde circule la palabra de los actores que forman parte de la comunidad escolar, para pensar juntos la mejor manera de materializarlo en el territorio.
Me refiero a la necesidad de recuperar la centralidad de la enseñanza en la vida de la escuela como desafío prioritario ya que, más allá de recuperar la asistencia plena, venimos de una experiencia de situaciones de discontinuidad o desvinculación escolar.
En este sentido todos somos corresponsables de remover los obstáculos para que el acto educativo sea un ejercicio pleno que atienda a las diversidades. Los objetivos de la política pública educativa deben estar dirigidos a garantizar el acceso, la permanencia y el egreso con aprendizaje de los estudiantes y así asegurar justicia social educativa.
Y pensando en un ejercicio pleno, no podemos dejar de mencionar que la escuela, es responsable de la promoción y protección de los demás derechos de los estudiantes, es por ello que debe intervenir siempre para resguardar la integridad de los mismos, accionando desde los protocolos que establecen las legislaciones.
Otro aspecto, no menos importante, es trabajar arduamente en el Fortalecimiento del derecho a la Educación Sexual Integral. En este marco, se deben sostener y redoblar acciones y propuestas sistemáticas para asegurar este derecho con enfoque de género y de diversidad funcional.
También considero importante mencionar que, para poder garantizar la mejor calidad educativa con todo lo antes referido, es necesario sistematizar y actualizar permanentemente la capacitación y formación de los docentes.
¿Qué aspectos básicos e indispensables consideras que debe tener un Director/a de escuela que inicia por primera vez su gestión?
En primer lugar, un docente que decide ser director/a de escuela debe saber que se está asumiendo un compromiso con las infancias que habitan las escuelas, que debe velar por garantizar el derecho a la educación haciendo cumplir los lineamientos políticos pedagógicos.
Para asumir ese compromiso debe conocer la legislación vigente que enmarca su accionar.
En segundo lugar, debe tomarse el tiempo para mirar la escuela y conocer: sus rituales, identidades, contexto, costumbres, historias, habitantes, etc. esto le va a permitir generar la conformación y la coordinación de equipos de trabajo.
Un director/a no puede accionar sobre lo desconocido, por lo cual, luego de mirar la escuela y a sus habitantes debe generar las condiciones para la elaboración de un diagnóstico institucional colectivo y situado que dé cuenta de cómo está esa escuela hoy, cuáles son sus fortalezas y cuales sus mayores desafíos, con el propósito de redefinir acciones y generar nuevos proyectos.
En tercer lugar, el director, como líder pedagógico, favorecerá espacios de prácticas compartidas y democráticas para la construcción del Proyecto Institucional donde se aborden las diversas temáticas, los intereses, necesidades, dificultades y obstáculos que atentan contra la trayectoria educativa de los estudiantes.
Una vez definido el proyecto institucional, el director/a, debe velar porque se concreten prácticas inclusivas, integrales y que atiendan a la diversidad de las aulas. Donde cada estudiante esté en la escuela, quiera estar y aprenda y donde cada docente esté en la escuela, quiera estar y enseñe.
Un director/a que apunta a una mejora constante debe mirar su escuela desde todas las dimensiones de su tarea, pero principalmente no debe perder la mirada pedagógica y su rol de enseñante.
Para cerrar esta productiva entrevista, me gustaría nos cuentes cómo imaginas la escuela del futuro.
Esa escuela debe ser fruto de una construcción colectiva en donde todas las voces sean escuchadas.
Es en resumen de lo que fui diciendo a lo largo de la entrevista, una escuela altamente democrática donde todos tienen algo para aprender y para enseñar. Que la atención a la diversidad sea un valor agregado y no un obstáculo para desarrollar las prácticas docentes inclusivas. Una escuela donde el trabajo en equipo sea la piedra fundacional para planificar la enseñanza. Si logramos todo esto en el presente vamos a poder pensar en un futuro superador.
¿Algo más que quieras agregar?
Quiero agradecer la invitación para compartir con ustedes y con todos los que formamos parte de la RED mi experiencia de vida, de formación profesional y de gestión en la educación. Y sepan que cuando uno enseña desde la amorosidad, desde el conocimiento, cuando uno mira a sus alumnos profundamente, las cosas suceden. Paulo Freire decía que el amor es un acto de valentía, que el acto de amor consiste en comprometerse con la causa, y muchas veces la única mirada amorosa que tienen nuestros alumnos es la nuestra, entonces cómo no comprometernos a inundar las aulas, las escuelas, con una mirada de esperanza de un presente y un futuro mejor.
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