Claves para gestionar cambios en instituciones educativas
Cinco claves para gestionar cambios en la gestión escolar
El mundo está cambiando de modo acelerado. Uno de los factores que colabora en ese proceso es el avance de las tecnologías digitales, que irrumpe en la vida cotidiana de maneras que hasta hace pocos años eran impensadas. En este sentido, la educación no es ajena a esas transformaciones. Por esa razón, gestionar procesos de cambio es una tarea que está cada día más presente en los colegios de todo el mundo.
¿Por qué cambiar? No se trata de subirse a una tendencia de digitalizar todo, sino de optimizar y automatizar procesos que permitan a las instituciones educativas dedicar más tiempo a su labor principal: acompañar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.
Si observamos los datos de las Pruebas Aprender 2021 -últimas disponibles hasta el momento-, se destaca que 8 de cada 10 estudiantes afirman tener acceso a Internet en sus hogares (el 78,8%). Si segmentamos esos resultados por tipo de gestión, en las escuelas de gestión privada ese porcentaje asciende a 94,5%. Podemos afirmar entonces que el uso creciente de tecnologías digitales es una oportunidad para crear nuevos canales de comunicación, transacción y vinculación entre las familias y los colegios.
Cuando iniciamos con Acadeu, nos propusimos no sólo desarrollar un producto pensado para educación, sino que permitiera digitalizar procesos y hacer que sean más eficientes. Sabíamos que es un camino que lleva cierta complejidad y que requiere de la participación de toda la comunidad educativa. Desde el año pasado, cuando Educaria adquiere Acadeu, quisimos sumar la experiencia internacional del mayor operador de sistemas de gestión en Iberoamérica para facilitar esta transformación. En este marco, consideramos que hay cinco claves para gestionar cambios en la gestión escolar:
- Liderazgo y colaboración: todo proceso de cambio necesita de un motor para que avance en la dirección correcta. En un colegio, solemos dar por sentado que son los equipos directivos quienes deben hacerlo, pero el cambio no depende de una persona, sino de un liderazgo colectivo que parta de un propósito común.
- Comunicación asertiva: como elemento complementario al liderazgo, la comunicación es fundamental para que toda la comunidad comprenda los porqués y los objetivos del cambio.
- Accesibilidad: elegir soluciones multiplataforma que faciliten el acceso desde diferentes dispositivos y en cualquier momento resulta fundamental, sobre todo cuando abordamos la interacción con las familias.
- Acompañamiento: si bien podemos tener una comunidad más homogénea, siempre encontraremos posiciones diversas que en ocasiones entren en conflicto con los procesos de cambio. Reducir el nivel de resistencia al cambio nos exige acompañar a la comunidad del modo que necesite. Reuniones informativas, capacitaciones o tutoriales, son sólo algunas ideas que pueden aportar para que nadie se sienta superado por el cambio.
- Información para la toma de decisiones: la trazabilidad que brindan las plataformas digitales nos permite contar con más información acerca de cómo funciona nuestra institución. Esto nos permite que el proceso de cambio no sea sólo para incorporar tecnología, sino para mejorar la calidad de atención que se brinda tanto a las familias como a nuestra comunidad de docentes y estudiantes.
Estas claves ayudan a comprender que los procesos de cambio no se tratan solo de incorporar las tecnologías pertinentes, sino que son transformaciones colectivas dependen del trabajo y la colaboración de cada integrante de nuestra comunidad.
