La escalera de la retroalimentación y otras técnicas para la mejora escolar
Cómo la retroalimentación contribuye con la mejora de las prácticas de enseñanza en las escuelas
¿Qué es la retroalimentación?
El Feedback o retroalimentación es el proceso de dar y recibir información con la finalidad de evaluar la efectividad de la comunicación. Es una herramienta de estudio, porque la retroalimentación de información sirve para conducir el conocimiento entre determinados puntos de una relación.
El término está conformado por el prefijo retro, que significa ir hacia atrás o retroceder, y el verbo alimentar, que es nutrir, juntos, la palabra hace alusión a la reinserción de información en un mismo sistema de retroalimentación para optimizar su comportamiento y promover el control retroalimentación.
Retroalimentación en la educación
En educación existe un uso específico de la retroalimentación desarrollado por Daniel Wilson y Heidi Goodrich como parte del Project Zero de la Universidad de Harvard al que se denominó “escalera de la retroalimentación”. Esta escalera es una herramienta para brindar retroalimentación constructiva sobre una idea, un trabajo o un proyecto en proceso
“La Escalera de la Retroalimentación es una herramienta que ayuda a cultivar una cultura de la valoración. Es una guía que puede ayudar a otros a apoyar la indagación en el aprendizaje, estableciendo una cultura de confianza y apoyo constructivo.” (Heidi Goodrich)
Posibles usos de la escalera de retroalimentación
- Para directivos: es una forma positiva de generar mejoras en los procesos de enseñanza que se llevan a la práctica en la institución educativa. Dar una retroalimentación positiva y constructiva al y con el equipo docente contribuirá con mejores prácticas.
- Para profesores: retroalimentarse mutuamente sobre sus proyectos y diseños de clase.
- Para estudiantes: retroalimentarse mutuamente sobre sus trabajos, ensayos y proyectos.
Cómo trabajar con la escalera de la retroalimentación
La actividad puede variar desde 10 a 60 minutos. La duración depende de la complejidad del proyecto y del número de participantes. Por lo general dos a tres minutos por paso proporcionan una amplia gama de respuestas.
Durante la primera parte de la actividad el presentador describe la idea, el trabajo o el proyecto en el que está trabajando.
Antes de empezar con el primer paso de la escalera de retroalimentación, es importante que quien presenta pueda dar un poco de contexto sobre lo que está presentando y si desea, que comparta la pregunta o tema sobre el cual quisiera que el grupo le dé retroalimentación. Esto ayudará a que la retroalimentación sea más intencional y enfocada.
Una vez presentada la idea o proyecto, los miembros del grupo hacen preguntas y expresan ideas para cumplir con cada peldaño de la escalera:
Los pasos o escalones de la herramienta son:
1. Aclarar: En ocasiones, cuando una persona comparte su trabajo con colegas, sus ideas pueden parecer poco claras o alguna información se pudo haber omitido. Es esencial hacer preguntas acerca de los aspectos que son poco claros o ideas que no están presentes antes de dar la retroalimentación. Estas preguntas se caracterizan por ser concretas y fáciles de responder. Por ejemplo: ¿Qué duración tiene esta unidad? Este paso nos ayuda a recoger información relevante y ofrecer una retroalimentación más informada.
2. Valorar: Después de recoger la información adecuada, expresar aprecio por los aprendices y sus ideas es fundamental en el proceso de ofrecer retroalimentación constructiva. Valorar construye una cultura de apoyo a la comprensión y ayuda a los aprendices a identificar fortalezas en sus trabajos que podrían no ser reconocidas de otra manera. Enfatizar los puntos positivos del trabajo, destacar las fortalezas y ofrecer cumplidos honestos, genera un tono de apoyo durante una sesión de retroalimentación. Este tipo de valoración honra a las personas y a sus ideas más importantes.
3. Expresar inquietudes: Con frecuencia hay inquietudes legítimas acerca del trabajo que se está valorando. Quizás usted encuentra problemas o no está de acuerdo con las ideas o acciones en cuestión. Entonces es el momento de expresar dichas inquietudes, no como acusaciones o críticas negativas, sino como pensamientos e inquietudes honestos. “Ha considerado…”, “Lo que me pregunto acerca de esto es…”, “Quizás usted ha pensado acerca de esto, pero …”, todas estas son maneras de enmarcar las inquietudes en formas nos amenazantes.
4. Ofrecer sugerencias: Ofrecer sugerencias es el último paso vital para apoyar a los aprendices en el desarrollo de su comprensión. Ofrecer sugerencias para resolver los problemas que hemos identificado puede ayudar a los aprendices a utilizar la retroalimentación para mejorar sus trabajos. Por supuesto que no hay garantía de que el aprendiz utilizará las sugerencias, las sugerencias son solo eso, sugerencias, no mandatos.
Preguntas para después de la actividad:
El último paso es un cierre del proceso en el que todos reflexionan sobre el uso que el grupo le dio al protocolo. Una preguntas interesantes para este momento pueden ser: ¿Qué retos tuvimos? ¿Qué fue útil de este proceso?
Otras herramientas útiles para brindar retroalimentación
Si bien en este artículo nos centramos en la escalera de la retroalimentación, existen muchas otras técnicas útiles a la hora de brindar feedback de manera constructiva.
Para comenzar el diálogo sobre las mismas, compartimos algunas herramientas que se utilizan en el Instituto Concordia 1303 de Misiones. Mirta Skripchuk, su directora, las compartió generosamente para que funcionen como disparadores del diálogo en función de enriquecer nuestras prácticas.
Nos gustaría que en la sección de comentarios de este artículo o en las redes sociales nos comentes qué herramientas utilizas y por qué.
ACOMPANAMIENTO OBSERVACION Planilla-de-Observacion-de-Clase
