Innovación

¿Por qué  ChatGPT no debería ser visto como una amenaza para el sistema educativo?

Inteligencia humana al servicio de pensar proyectos, clases y experiencias educativas que ayuden a nuestros estudiantes a comprender, razonar, transferir y comprender mata ChatGPT.

Hace algunas semanas que se ha instalado en los medios de comunicación y en  redes, el surgimiento de un prototipo de chatbot , como una  amenaza para el sistema educativo.

ChatGPT es un sistema de chat de Inteligencia Artificial desarrollado en noviembre del año pasado por OpenAI que se especializa en el diálogo y puede dar respuestas a partir de la información que posee.

Para el sistema educativo, su potencial y su amenaza radica en que puede escribir correos electrónicos, poemas, resolver actividades académicas e incluso resolver evaluaciones del ámbito universitario.

Sin embargo, quien usa Chat GPT puede descubrir que , por ahora, solo es capaz de responder satisfactoriamente a preguntas de definición y uso de conceptos, pero que no tiene habilidades en la resolución de problemas. 

Cuando las preguntas son difíciles y requieren una comprensión más profunda, Chat GPT ofrece “respuestas elegantes”, pero que pasan por alto la situación planteada y, por tanto, llega muchas veces a una conclusión equivocada.

Así como la pandemia “zambulló” al sistema educativo en la apropiación de la tecnología, es muy probable que la Inteligencia Artificial obligue de una vez por todas a repensar las maneras de enseñar y evaluar .

Si  nos interesa saber qué aprendió, cómo aprendió y cómo sabe que aprendió un estudiante, es fundamental cambiar la lógica de cómo y qué se enseña y evalúa.

Hace ya muchas décadas que Project Zero de Harvard y sus permanentes investigaciones dan evidencias certeras de que existen otras maneras de hacer visible el pensamiento de los alumnos y sus comprensiones profundas.

Herramientas como las Rutinas de Pensamiento, las Preguntas Poderosas o el Mapa de la Comprensión por mencionar sólo algunas de ellas, permiten contrarrestar cualquier posibilidad de respuestas mecánicas, plagiadas o tomadas de cualquier otro sitio que no sea de la propia construcción de aprendizaje que un estudiante hace en su cabeza y en su corazón.

Aprender a pensar, a utilizar la información de manera proactiva y productiva dando evidencias de ese razonamiento y de ese aprendizaje, son acciones claves para que ocurra la transformación que el sistema educativo necesita en todos sus niveles, fundamentalmente en el universitario, ya que ya son muchas las escuelas que hace años vienen trabajando en este sentido y los estudiantes sienten un retroceso en la manera de aprender cuando,  al ingresar al mundo universitario,   regresan a prácticas pedagógicas del siglo XX.

Una herramienta que todo educador debe aplicar es el Mapa de la Comprensión que nos acerca la Universidad de Harvard. Según sus investigaciones, existen ocho movimientos mentales que debemos fomentar para que la comprensión profunda suceda en nuestros estudiantes y por ello, cuando queremos comprender algo deberíamos usarlo.

El Mapa de la Comprensión surgió hace muchos años cuando un grupo de investigadores le preguntó a David Perkins sobre qué hay que hacer mentalmente para comprender un concepto. 

Entonces, Perkins junto a Patricia Palmer y Ron Ritchhart empezaron  sus investigaciones sobre qué habilidades de pensamiento debían desarrollar los estudiantes para comprender. Así definieron  las 8 categorías de pensamiento para que los docentes sean conscientes, cuando diseñan una actividad, del nivel de complejidad de pensamiento que le están pidiendo a sus estudiantes, lo que finalmente garantizará que comprendan o no y en qué profundidad lo harán.

Las ocho categorías que Project Zero describe  y pueden trabajarse, todas o algunas de ellas,  con los estudiantes  a través de diferentes propuestas didácticas o mediante distintas maneras de evaluar, son:

Observar de cerca y describir qué hay ahí.

Frente a un fenómeno, un conocimiento, un objeto, etc. hacer notar las partes y sus características siendo capaces los estudiantes  de describirlo en detalle y su totalidad.

Construir explicaciones e interpretaciones.

Examinar detenidamente características y detalles de un objeto , un evento, un fenómeno o un conocimiento, ver cómo funciona, cuáles son sus roles y propósitos para generar múltiples explicaciones de por qué algo es como es.

Razonar con evidencia.

Los estudiantes deben buscar evidencias que permitan ofrecer razones y argumenten la veracidad de sus explicaciones.

Establecer conexiones.

Relacionar un nuevo conocimiento o un nuevo fenómeno, con lo conocido a partir de las experiencias pasadas. También puede consistir en aplicarla a una nueva situación en donde se utilicen estas nuevas ideas o habilidades. Todas estas conexiones ayudan a recuperar la información adquirida, asegurando de que no sea estática.

Tener en cuenta diferentes puntos de vista y perspectivas.

Identificar las diferentes perspectivas que pueden estar presentes o que se ven afectadas por lo que se acaba de leer, observar o escuchar.

Captar lo esencial y llegar a conclusiones.

Consiste en  que los estudiantes capten  el núcleo central  de un concepto, procedimiento o fenómeno, asegurando la comprensión de su esencia y de qué se trata verdaderamente. A la vez que se examinan los detalles, asegurarse de no perder el foco de las ideas principales que están en juego.

Preguntarse y hacer preguntas.

La curiosidad despierta el cuestionamiento sobre el aprendizaje de un fenómeno y actúa como vehículo para impulsar el aprendizaje y desarrollar la comprensión. Las preguntas que nacen a partir de esta curiosidad son un reflejo de la profundidad de nuestra comprensión. Cuanto mejores y más creativas sean las preguntas que hacen nuestros estudiantes , demuestran una mayor comprensión. Muchas veces, la mayoría diría yo, es mejor escuchar preguntas que formularlas.

Descubrir complejidad e ir más allá de la superficie.

Se trata de  profundizar en un aprendizaje llegando a ámbitos más complejos del tema o fenómeno, abordando  así nuevos conocimientos que permitan generar nuevos movimientos mentales.

El Mapa de la Comprensión es apenas una de las herramientas que, utilizada de manera consciente y eficaz, destierra la posibilidad de que no podamos saber cuánto y cómo realmente han aprendido. 

Existen otras muchas que cumplen la misma función, y la clave siempre es utilizar la herramienta correcta en el momento indicado.

¿Cuándo es el momento indicado para hacer algo que apunte a que los estudiantes comprendan y desarrollen pensamiento crítico y no encuentren respuestas automáticas en la Inteligencia Artificial? Siempre. En cada clase. 

Inteligencia humana al servicio de pensar proyectos, clases y experiencias educativas que ayuden a nuestros estudiantes a comprender, razonar, transferir y comprender mata ChatGPT

Referencia:

www.pz.harvard.edu

Hola 👋
Un placer conocerte.

Regístrate gratis para recibir toda la información sobre eventos educativos, cursos, noticias y recursos para educadores.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Mostrar más

Verónica Irabedra

Magíster Internacional en Gestión Universitaria - Directora Pedagógica en Grilli Canning College - Capacitadora y Conferencista en Fundación Grilli

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Botón volver arriba